Abastecer al GNEA con el gas de Vaca Muerta se convertirá en un tema estratégico y político
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El ingeniero que asesoró en el desarrollo del Gasoducto del NEA y las redes de distribución en el Chaco, resaltó la importancia de las gestiones para que esta región no vuelva a quedar al margen de las obras.
Toda la segunda etapa planteada para terminar el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), de forma que se conecte efectivamente con los gasoductos del centro y norte del país, dependerá exclusivamente del impulso y de las decisiones políticas que se tomen más allá de colores partidarios, y también más allá de la continuidad de gestiones provinciales y en la Nación.
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«Que el NEA tenga más atención dependerá de cuánto pueda un gobernador empujar la cuestión. Entonces, se transforma en un tema político», planteó el ingeniero Miguel Cabero, dedicado hoy a la actividad privada como consultor.
Cabero fue coordinador de la Unidad Ejecutora de Gestión de Recursos Energéticos y Minerales, en el ámbito del Ministerio de Infraestructura de la provincia, durante la gestión de Domingo Peppo. Ya en 2018, cuando recién estaba concluyendo la obra del Gasoducto del NEA, advertía que la provisión de gas desde Bolivia había dejado de ser una alternativa, y planteaba cómo debería ser la conexión entre el GNEA y los gasoductos del sur para proveerse con el gas de Vaca Muerta.
«Quizás ahora todo el interés pasará por hacer las obras que falten para poder exportar a Brasil. Por ejemplo, la conexión que falta en Uruguayana», indicó en diálogo con NORTE. Así, analizó el impacto que tendrá el GPNK inaugurado el 9 de julio pasado, y la continuidad de obras para llegar a San Jerónimo (Santa Fe), punto neurálgico para conectarse con el Gasoducto del Norte (que abastece a Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, Salta y Jujuy, con uno de sus extremos ubicados en Campo Durán), y con el Gasoducto del NEA.
Cabero consideró que las zonas con más densidad industrial son las que se posicionan más fuerte a la hora de decidir qué obras priorizar o hacer. Y por eso subrayó la importancia de «desarrollar una política de grandes incentivos para la radicación de industrias» en la provincia.
La segunda etapa
La segunda etapa del GPNK –que forma parte del Sistema de Gasoductos Transport-Ar Producción Nacional- incluye varias obras: la construcción del troncal Salliqueló-San Jerónimo (en el sur de Santa Fe); la culminación de la reversión del Gasoducto del Norte, y la ampliación de la capacidad de transporte del GNEA; la conexión del GNEA con San Jerónimo, y loops y compresión a Aldea Brasilera (Gasoducto Entrerriano).
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«El tramo hasta San Jerónimo hará posible abastecer con mayor volumen a toda red de gasoductos. El inaugurado el domingo 9 de julio va desde Tratayén (Neuquén) a Salliqueló fue el comienzo de un complejo de obras que hay que hacer», explicó Cabero.
Dijo así que «en el GNEA habrá que hacer alguna pequeña ampliación, en una parte a la salida de San Jerónimo». Y recordó que este gasoducto ya se alimenta con gas del sur del país.
Mencionó además que este gasoducto regional «originariamente se proyectó para alimentarse desde Bolivia». «Es algo que nunca entendí porque sabemos desde hace años que ese país no generaba reservas. En definitiva, el GNEA nunca se conectó porque hubo un problema con la empresa Vertúa, que dejó un tramo abandonado. En buena hora que no se haya construido esa conexión arriba (en el límite con Bolivia). O, a lo mejor, en algún momento tiene sentido pero para enviar gas nuestro hacia Bolivia», reflejó el experto.
«Como hemos estado importando en los meses de invierno, la mayor cantidad de gas ingresó por buques regasificadores de Escobar, y otra parte por Bahía Blanca. Técnicamente, si todo se hace como debiera, el año que viene no tendrían que estar más esos buques. Porque el tramo del GPNK que se hizo empalma con el gasoducto Neuba II (Neuquén-Buenos Aires) y, con ese tramo, estamos teniendo posibilidades de agregar, dentro de 30 días, unos 11 millones de metros cúbicos por día», precisó Cabero.
En esa línea, explicó que «con algunas obras que son necesarias, se podrá pasar a unos 20 millones de metros cúbicos por día. Y con el tramo de Salliqueló a San Jerónimo, de unos 484 kilómetros, se aumentará la capacidad de carga del gas de Vaca Muerta en unos 40 millones de metros cúbicos/día».
Una foto parcial
En otro punto, Cabero resaltó: «Autoabastecernos y no tener que importar más gas es una foto parcial. Pero la película entera es que tenemos la segunda reserva mundial de gas no convencional. Y el gas, como todos los hidrocarburos, irá perdiendo vigencia en 40 años. Por eso, hay que aprovechar el tremendo potencial que tenemos, comercializándolo lo antes posible. Para eso serán necesarios varios gasoductos más que salgan hacia la costa argentina, hacia plantas de licuefacción, para exportar el gas natural licuado. Esa será una de las grandes soluciones».
Según esa visión, en cinco a diez años, y siempre que se hagan las inversiones necesarias, la capacidad exportadora de hidrocarburos debería significar «otro agro completo». «Los inversores están disponibles y lo único que hay que darles es previsibilidad, seguridad jurídica. Tenemos la posibilidad de ser uno de los exportadores más importantes de gas natural licuado del mundo», agregó.
El uso más conveniente para la región
Entre las obras asociadas al GNEA, en Resistencia se tendieron 12 mil metros de redes domiciliarias de gas (conectadas a las redes de aproximación y al troncal del gasoducto) y en Sáenz Peña, 8000 metros, junto a las conexiones de los parques industriales de Puerto Tirol y de la ciudad termal.
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En esa línea, Miguel Cabero habló de las aplicaciones de este servicio, en base a los usos más rentables y convenientes en esta parte del país. «Lo ideal es utilizar el gas para la industria. En el Chaco, que haya desarrollo domiciliario es difícil. Hay que promocionarlo y subsidiarlo», indicó. Por eso, resaltó que el GNEA debe potenciarse para abastecer a las industrias de las provincias por donde pasa, ya que allí tener gas natural por red es «altísimamente rentable» y significa verdaderas ventajas competitivas para la producción.
Destacó también la importancia de avanzar con las obras necesarias en la red de distribución de GNC, a través de estaciones de servicios, para la cual había elaborado un proyecto en su paso por la Unidad Ejecutora. «Cuando el gobernador Peppo me contrató, le comenté este tema y antes de desvincularme del gobierno del Chaco también a Capitanich», indicó.
Cabero explicó que la utilización de gas natural es «mucho más complicada en el domicilio». «Vivimos en una zona cálida. Hoy, todos los hogares tienen equipos eléctricos frío-calor. Con toda la fuerza, la calefacción se usa dos meses. Lo que realmente necesitamos es refrigeración, en el verano. Las casas no tienen instalaciones de gas previstas, excepto los edificios que se alimentan con cilindros de gas licuado. Entonces, las familias deben pagar la conexión (hacia el interior de la vivienda) y una vez hecha, decidir si ponen estufa en el living y en los dormitorios, donde ya tienen el aire frío-calor, rompiendo para hacerlo media casa», expuso.
Así, sostuvo que esas complicaciones hacen que el gas sea realmente una apuesta para futuros barrios o zonas que sean construidas con las instalaciones necesarias.
Primera licitación con la modalidad público-privada
«Es una lástima lo que se hizo», dice Miguel Cabero al dar cuenta de la primera licitación para construir el gasoducto que vinculara Vaca Muerta con el Neuba II en Saliquelló (lanzada en 2019), y la que finalmente se hizo en diciembre de 2021 que terminara en la ejecución del gasoducto inaugurado el 9 de julio.
Resaltando que el proyecto de construcción es prácticamente el mismo, diferenció que la licitación lanzada en la última parte del gobierno de Mauricio Macri era bajo el régimen de Participación Público-Privada (PPP). «Lo licitaron en marzo de 2019, hubo oferentes, pero luego de las PASO vino una debacle económica. Levantaron el pie del acelerador con la licitación porque las condiciones no estaban dadas, quedó un solo oferente, y entonces el gobierno dejó la licitación abierta para que actuara el próximo gobierno», repasó.
«Lo grave –opinó- es que en 2019, si vieron que era difícil avanzar con los PPP, deberían haber hecho una licitación cambiando las condiciones para poder avanzar. Al asumir el gobierno de (Alberto) Fernández, el primer secretario de Energía fue (Sergio) Lanziani, que venía de la industria nuclear, no ofició nunca de secretario. En el tema energético hubo una inacción total», señaló.
Luego, tras repasar las internas que sobrevinieron durante la gestión de Darío Martínez en Energía, abonó la teoría de la pérdida de tiempo durante esos dos años de vaivenes, tiempo en el cual con el gasoducto operativo el país podría haberse ahorrado unos 4000 a 5000 millones de dólares en importaciones.
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La reversión del Gasoducto del Norte
Igual que la concepción original del GNEA, el gasoducto del Norte, que baja desde Campo Durán, está previsto para recibir gas desde Bolivia, según recuerda el ingeniero Cabero.
«Pero Bolivia tiene poco gas, poco desarrollo y no han ampliado sus reservas. El contrato original con Bolivia era por 20-25 millones de metros cúbicos por día, pero en los últimos seis meses entregaron 6 millones de metros cúbicos por día en promedio», menciona durante la charla con NORTE.
«Como tenemos gas en cantidad en Vaca Muerta, ese Gasoducto del Norte se abastecerá desde Neuquén. Hay que hacer la reversión (parte de la cual ya fue iniciada por la Transportadora de Gas del Norte), que significa darlo vuelta porque está preparado para recibir gas desde Bolivia y ahora debe prepararse para recibir gas desde el sur argentino», explica el experto.
Además, resalta la necesidad de hacer obras complementarias en el gasoducto troncal Neuba II (provincias de Buenos Aires y Neuquén), en el gasoducto Mercedes- Cardales, y una ampliación en el Gasoducto del Centro-Oeste.
Primera etapa
A principios de este mes, la transportista de gas TGN, que opera más de 11.000 kilómetros de ductos en todo el país, finalizó la primera etapa de las obras de reversión del Gasoducto Norte, clave para abastecer con gas de Vaca Muerta el norte del país y reemplazar el declino de los envíos de Bolivia.
En 3 meses y con una inversión de 3.000 millones de pesos, la empresa concluyó dos obras en la provincia de Córdoba, que resultan estratégicas para la futura reversión del Gasoducto Norte.
Dichas obras fueron ejecutadas en las plantas compresoras Leones y Tío Pujio y permiten revertir la histórica dirección del flujo del gas, desde la Planta Compresora San Jerónimo, al sur de la provincia de Santa Fe, hasta el centro de la provincia de Córdoba; además incrementa el volumen de transporte un 40%(de 7 a 10 millones de m3 diarios), para dinamizar hoy el abastecimiento a industrias, centrales térmicas y hogares.
Las adecuaciones realizadas en este primer tramo del Gasoducto Norte hacen posible que, a futuro, el gas de Vaca Muerta llegue al norte del país y a la región. Asimismo, generarán a partir de ahora un ahorro fiscal estimado en 23 millones de USD/mes, al permitir el reemplazo de importaciones de energía con gas argentino.
De acuerdo al compromiso asumido con el Estado nacional, y en cumplimiento de lo dispuesto por la Resolución 17/2023 de la Secretaria de Energía, la adecuación de Leones y Tío Pujio contempló la modificación de los colectores de succión y descarga, interconexiones de los gasoductos troncal y loop existentes, trabajos civiles, eléctricos y de instrumentación complementarios, que incluyen la adecuación de los sistemas de control. También contempló las pruebas hidráulicas en 3 segmentos del Gasoducto Norte troncal y el incremento de la presión operativa en los Tramos 10 y 11.
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Por Leticia MuñozProsecretaria de Redacción Norte