Lucero Corrales, la luz de los Yaguaretés en El Impenetrable
Vive en Miraflores, es guardaparque, apasionada protectora de la vida silvestre y luchadora por la conservación de las especies.
Lucero Corrales no trabaja en un área protegida determinada, y por vivir en Miraflores, El Impenetrable se convirtió en su gran área de trabajo. Ella es miembro de un proyecto de investigación, conservación y educación de esta región chaqueña. Por el hecho de recorrer los extensos caminos de El Impenetrable, fue sumando aliados en esta causa ambiental, recopilando y analizando cada uno de los datos recabados de manera participativa.
Hoy, una página más de *Te Muestro Otro Chaco , nos sumerge a una nueva historia, la de Lucero, representando en ella a muchas mujeres que custodian la fauna chaqueña y que estudian el comportamiento animal, garantizando su reconocimiento a nivel científico y social.
Con sus 27 años, Lucero pone garra en el inmenso Impenetrable, haciendo un trabajo de investigación con un grupo de personas donde intenta cuidar los últimos Yaguaretés que viven de manera silvestre en esta zona.
El grupo de colaboradores que se formó hace siete años, hoy en día sigue creciendo y ya son más de 100 las personas que brindan conocimiento, información, datos reales, vivencias recolectada en el monte sobre avistajes directos; huellas; material fecal; animales cazados y/o ganado depredado por grandes felinos.
Con este bellísimo y motivador ejemplo se busca dar a conocer la entrega de mujeres como Lucero que hacen un trabajo tan valioso para esta parte del Chaco y que merece especial atención en las portadas de cada diario, no sólo de esta provincia, sino también a nivel nacional e internacional. En su labor se resalta la dedicación no sólo al cuidado de los Yaguaretés, sino también de otras actividades que realizan en las comunidades aledañas.
Con humildad y una aguda simpleza, Lucero nos da clases magistrales sobre su objeto de estudio. «El yaguareté, también llamado tigre por la gente de la zona, iyóc (en idioma qom) o tiog (en wichí) es el mayor de los depredadores de nuestra fauna nativa, es una especie clave en la regulación de los ecosistemas y es la más amenazada de los felinos», relata Lucero.
Los investigadores estimaron que en la región chaqueña donde aún se distribuye este emblema de la naturaleza (la provincia de Formosa, Chaco, Santiago del Estero y parte de Salta) quedarían menos de 20 animales y Lucero junto al equipo del Proyecto Yaguareté en constante articulación con varias instituciones que trabajan colaborativamente, busca información sobre los animales que se mueven sigilosamente por el territorio para intentar protegerlos de las severas amenazas que los acechan.
A la vez, ante un aviso de presencia de Yaguareté, Lucero y su equipo, si logran sortear las adversidades del territorio, brindan asistencia presencial a las familias involucradas intentando llevar tranquilidad, difundiendo un mensaje sobre la importancia de conservar al Yaguareté, realizando monitoreo con cámaras trampa e intentando disuadir a posibles cazadores.
Pero como no es posible pensar en la salud de los Yaguaretés a largo plazo, sin pensar en los niños, paralelamente el equipo de Proyecto Yaguareté realiza actividades de educación ambiental con los más chicos en los mimos puestos, parajes rurales y escuelas visitadas, con la esperanza que ellos sean los futuros colaboradores por el Yaguareté y protagonistas de la existencia del mayor felino de América.
En un marzo impregnado de actividades y mensajes alusivos a la mujer y sus luchas, vale destacar a una gran mujer trabajador por el bien común, por una naturaleza que se nos ha dado gratis y frente a la cual debemos hacerla prosperar en su esencia, en su reproducción. Sin dudas, con almas y manos como la de Lucero Corrales y su equipo, será fácil garantizar esta supervivencia de la especie, dándola a conocer al mundo pero valorándola como chaqueños.
Datos útiles
El yaguareté es el mayor felino de América. Su altura a la cruz (lomo) oscila entre los 70 y 90 cm, y su largo varía entre los 110 y 180 cm (sin contar su cola), y pesan alrededor de 80kg los machos y 60kg las hembras.
Su cuerpo es ancho y compacto, y su cabeza robusta con Potentes mandíbulas. El pelaje es corto, de coloración parda-amarillenta, blanca ventralmente, cubierta por rosetas negras (manchas) que encierran en su interior una serie de puntos del mismo color. La forma y distribución de estas manchas varía de uno a otro.
Existen también ejemplares melánicos, con pelaje negro, sobre los que se observan a contraluz manchas aún más oscuras, así como ejemplares albinos, es decir con pelaje blanco, pero son más raros.
El yaguareté es una especie autóctona de América. Históricamente, hasta finales del siglo XIX y principios del XX, se distribuía desde el Sur de los Estados Unidos hasta el Norte del Río Colorado en la Patagonia Argentina.
En la actualidad se lo encuentra desde México, con poblaciones aisladas y disminuidas, hasta el Norte de la Argentina. Se estima que en nuestro país la especie habitaría sólo entre un 15-20% de su rango original, encontrándose sus últimas poblaciones distribuidas en las ecorregiones de la Selva Paranaense, la Región Chaqueña y la Selva de las Yungas.
La población de la Selva Paranaense se encuentra aislada de las otras dos, considerándose que entre éstas aún existe algún grado de conectividad.
Legislación: El yaguareté se encuentra categorizado a nivel nacional como «Especie En Peligro» (Resolución SAyDS 1030/04 y 513/07), y protegida por la Ley Nacional de Conservación de la Fauna 22.421/81 y su decreto reglamentario 666/97.
A nivel internacional la IUCN lo ha categorizado como «Cercano a la Amenaza» (NEAR THREATENED) y se encuentra en el Apéndice 1 de la convención CITES.
Debido al estado crítico de sus poblaciones, la especie ha sido declarada como Monumento Natural Nacional mediante la Ley 25.463/01, Monumento Natural Provincial en las provincias de Misiones por Decreto 1465/ 88, Chaco mediante la Ley 4306/96 y Salta por Decreto 1660/01.
La caza y comercialización de esta especie se encuentra prohibida en todo el territorio nacional.
Por Nuri Bendersky – NORTE DIGITAL