Para la OMS, el mundo está al borde de un “fracaso moral” en la distribución de vacunas
Las desigualdades que quedaron expuestas en el acceso a las diferentes formulaciones para prevenir el COVID-19 pone en riesgo la tan buscada respuesta eficaz que ponga fin a la pandemia. Los 39 millones de vacunados hasta el momento representan apenas un 0,5% de la población mundial.
Este lunes se conoció que pese al intento del presidente Alberto Fernández de dialogar en persona con el titular de la farmacéutica Moderna, Noubar Afeyan, en busca del desembarco de dosis de su vacuna para la Argentina, la compañía puede vender sus vacunas aprobadas en los Estados Unidos, pero recién llegarían al país en el segundo semestre.
Así, en una primera etapa de vacunación contra el COVID-19 la Argentina sólo contará con la vacuna Sputnik V, si Vladimir Putin cumple con su promesa y envía 30 millones de dosis de la vacuna rusa antes que concluya marzo.
El cronograma prevé que a las 300 mil dosis del segundo componente que llegaron el último fin de semana, se le sumen entre el 21 y el 31 de enero 4 millones de la primera dosis y un millón de la segunda. En febrero, en tanto, estarían entrando 6 millones de la primera dosis y 9 millones de la segunda. Y en marzo, otras diez millones de dosis.
Al respecto, una editorial de la prestigiosa revista British Medical Journal ya había dado cuenta de que “el desafío operativo que representa un programa global de vacunación contra COVID-19 será al menos tan difícil de afrontar como el desafío científico de su desarrollo”.
Una respuesta eficaz a la pandemia requeriría que los países de altos ingresos “permitan la distribución equitativa en todo el mundo”, sostuvo en la misma línea la escuela privada estadounidense Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health.
Según el estudio, incluso si los fabricantes alcanzaran su capacidad máxima de producción, casi el 25% de la población mundial todavía no tendría acceso a la vacuna durante al menos un año o más.
En tanto la segunda carrera que -para él- es la que hay que ganar “es lograr que la mayor cantidad posible de población del mundo adquiera las vacunas, entonces mientras más vacunas eficaces y seguras, mayor probabilidad de acceso en los diferentes países”.
Ya Amnistía Internacional, Frontline AIDS, Global Justice Now y Oxfam denunciaron que los países ricos acapararon dosis suficientes de vacunas contra el coronavirus para vacunar casi tres veces a toda su población. Y alertaron que 70 países pobres sólo podrán vacunar a una de cada diez personas contra el COVID-19 durante 2021 si los gobiernos y la industria farmacéutica no toman medidas urgentes para garantizar la producción de dosis suficientes.
“La reciente emergencia de variantes del coronavirus altamente contagiosas hace que el despliegue rápido y equitativo de las vacunas sea aún más importante”, insistió Tedros.