En el marco de este 12 de octubre, integrantes de la organización OTQ del barrio Chacra 7 de Castelli, encabezaron una marcha por las calles de la ciudad y entregaron copias de un documento a distintos organismos oficiales pidiendo la reivindicación definitiva de los derechos históricos de los pueblos originarios. «Hoy no hay nada que festejar, todo para resistir, es una fecha para el despertar de nuestros pueblos y 529 años después, construir y profundizar la resistencia que devuelva por fin la dignidad de todos y cada uno de los pueblos originarios» , expresaron en el documento que fue entregado en las dos comisarías, en el Poder Judicial y en el Municipio.
Al respecto, el dirigente Roberto Díaz de la organización, en declaraciones a Diario Castelli Online describió la situación que afrontan las comunidades y pidió respeto por los derechos ancestrales. «Quiero decirles a mis hermanos y compañeros de las comunidades wichi, mocoví y qom que no se callen, porque tenemos derechos que no se respetan», sostuvo.
El dirigente Roberto Díaz, presidente de la organización OTQ del Barrio Chacra 7 de Castelli, aseguró que en esta fecha «no hay nada para festejar» (FOTO: Diario Castelli Online)
«NADA QUE FESTEJAR»
El documento entregado a los organismo de Castelli expresa lo siguiente: «529 años de resistencia, 529 años también de opresión y saqueo por parte del blanco llegado de Europa. Los genocidios no se festejan, la colonización tuvo como fin el exterminio de millones de hombres, mujeres, niños y ancianos de nuestros pueblos originarios; legítimos dueños de la tierra. Exterminio que se llevó a cabo con las armas, con la cruz y con el yugo del trabajo esclavo; con la imposición de la propiedad privada por sobre la comunitaria. Maquillaje civilizatorio para enmascarar el saqueo, el robo. Más de 5 siglos después, para nosotros y nosotras, hijos e hijas de la tierra, portadores del legado de nuestros ancestros; la realidad no ha cambiado mucho, aún perdura el saqueo, el racismo, el genocidio.
En nuestros territorios no hay nada que festejar, después de Napalpí, Napalpí centro de esclavitud donde iban a parar los hombres y mujeres de los pueblos originarios desalojados de sus propias tierras. El 19 de julio de 1924 dio comienzo a una de las mayores masacres genocidas sobre nuestras comunidades, donde fueron asesinados 1.500 hermanos y hermanas; violaron mujeres y torturaron ancianos; todo con el objetivo de desalojarnos de nuestras tierras para apropiárselas de manera ilegítima y criminal. Una nueva «Campaña del desierto» pero esta vez en el norte argentino.
El 10 de octubre de 1947, una vez mas y en pleno siglo XX, se dio la masacre de Pilagá donde fueron masacrados por la Gendarmería y el Ejército Nacional más de 1.500 hombres y mujeres originarios que venían hambreados caminando desde el ingenio El Tabacal, en Tartagal, Salta; asesinados en una cobarde emboscada.
Con estos cercanos crímenes de lesa humanidad se ha forjado esta nueva historia que se repite una y otra vez, nos han dejado sin tierra, nos persiguen cuando hacemos los justos y legítimos reclamos sobre aquello que por derecho y legado nos pertenece; nos amenazan una y otra vez más con grupos parapoliciales. Miles de hectáreas son las que nos tienen que devolver de manera urgente a los pueblos originarios del Chaco.
Por eso, lo que necesitamos es tierra, techo, trabajo, educación, salud, reconocimiento y respeto de nuestra cultura, restitución de nuestros territorios ancestrales que son todo lo que avasallan jueces, empresarios y políticos.
Por todo esto, este 12 de octubre no hay nada que festejar, todo para resistir, es una fecha para el despertar de nuestros pueblos y 529 años después, construir y profundizar la resistencia que devuelva por fin la dignidad de todos y cada uno de los pueblos originarios»
