La historia de un argentino que combate en la guerra entre Ucrania y Rusia
Maximiliano Barrientos es uno de los argentinos que combate en la guerra que mantiene Ucrania con Rusia, el particularmente es voluntario en la región de Donetsk desde hace menos de dos meses.
Según su relato, llegó ofreciendo sus servicios como piloto de drones y se encontró con una realidad que no imaginaba: falta de tecnología, armamentos, equipamiento y presupuesto.
Me encontré con gente que ata los drones con cintas y alambres, y que busca instructivos en YouTube para mejorar su performance», describió sobre la realidad que experimentan los integrantes del Escuadrón Valkiria, un batallón independiente que defiende al territorio en la primera línea de combate. «Estamos a cinco kilómetros del enemigo», aseguró.
«Cuando empecé a tomar mate, todos pensaron que era un narcótico porque yo comía y dormía poco y siempre estaba energético y despabilado», señaló Maxi sobre todo el folclore que se creó alrededor de esa infusión completamente desconocida para los ucranianos. «Cuando les hice probar el mate quedaron fascinados. Ahora, un kilo de yerba no me dura ni cuatro días», ironizó
Con respecto a su cruzada, confirmó que «hay 30 argentinos que están en camino, muchos de ellos enfermeros y doctores» y que también recibieron «10 drones por parte de una pareja que trabaja con impresiones 3D».
Por último, enfatizó en que no es conveniente alistarse en la guerra solo por dinero: «El frío que hace acá, las carencias que pasamos y los bombazos que te pegan a poca distancia no son para cualquiera. Moralmente es desgastante». Sin embargo, admitió que el trabajo que hacen los pilotos de drones «no es tan peligroso y es mucho más útil porque consiste en buscar al enemigo con una mira telescópica y destruirlo».
*Publicado en Diario Norte