80 años de Miraflores: su historia y su gente
*Por José María Cuellar – Miraflores, un pueblo que nació por el impulso de familias criollas y aborígenes, que crece sin olvidar su esencia y sus costumbres; y que se proyecta para ser el gran centro urbano en las puertas del Impenetrable.
Una localidad con grandes muestras de progreso, tanto en la actividad comercial como en la producción primaria de su zona rural; pero también con la presencia de importantes instituciones y organismos públicos que le dan el impulso administrativo y comercial.
El ejido municipal está conformado por 99 parajes, lo que conforma una población de más de 22 mil habitantes, con un padrón activo de casi 12 mil votantes. El constante vínculo con las poblaciones rurales le da una dinámica muy importante que favorece al intercambio comercial y productivo.
En sus calles se siente la calidez de su gente que todavía convive con la tranquilidad de un pueblo, aunque en los últimos años ha comenzado a preocupar el flagelo de la inseguridad a partir de hechos tristes que se vienen produciendo.
Cientos de familias fueron nutriendo este gran centro urbano por distintas razones; muchas de ellas en búsqueda de mejores condiciones de vida o por la necesidad de acceder a otras oportunidades para poder hacer estudiar a sus hijos.
A lo largo de sus 80 años, esta comunidad ha pasado por momentos gloriosos de prosperidad; pero también ha tenido que soportar épocas difíciles. Sin dudas, el gran salto se dio cuando se concretó la pavimentación de la Ruta Provincial Nº 9 que le permitió conectarse con el resto de la provincia. Esto significó un importante paso para el progreso con la llegada de nuevos servicios y nuevos emprendimientos comerciales. La obra también incluyó la pavimentación de la avenida principal que hoy cuenta con amplios bulevares llenos de árboles y espacios verdes con paseos, plazoletas, juegos infantiles y monumentos históricos.
Hoy en día, Miraflores es la localidad más próxima al Parque Nacional El Impenetrable y tiene grandes perspectivas de acelerar su crecimiento si se concreta el desarrollo turístico de la región. Esto le permitirá apostar a inversiones, tanto públicas como privadas, destinadas a satisfacer la demandas de turistas que tendrán como paso obligatorio esta localidad.
Recientemente se realizó la apertura de sobres para la licitación de la hacia Las Hacheras, y con ese anuncio se abrieron nuevas esperanzas para la región que históricamente vivió en el olvido.
Las tierras, un conflicto que abre un grieta en la sociedad
Miraflores nació y creció en un marco de respeto y armonía entre pobladores criollos y originarios que en su mayoría fueron sentando las bases de la localidad. Con el transcurrir del tiempo se fueron sumando familias descendientes de inmigrantes; y todos constituyen una comunidad con una gran riqueza cultural y social. Pero tristemente, en los últimos años se desataron conflictos muy complejos que fueron marcando algunas fracturas sociales, fundamentalmente a partir de los reclamos de tierras. No será un tema fácil de resolver, pero hay un demostraciones claras de que el diálogo está abierto, y sin dudas ese es el camino a seguir para llegar a una salida en paz.
Zulma Esther Lavia de Klóster, más de 5 décadas en la localidad
Zulma vive más de 5 décadas en Miraflores y conoce los detalles del gran crecimiento del pueblo. Fue una de las primeras maestras del lugar y también ocupó cargos públicos al frente de la Subsecretaría de Cultura y como Concejal y actualmente es conductora de un programa de radio.
“Cuando llegué a Miraflores esto eran chacras y pampas, y luego se fueron concretando los primeros asentamientos poblacionales, principalmente de familias criollas y aborígenes”, contó Zulma. También recordó las épocas de cosecha cuando el algodón era el motor del desarrollo: “Nosotros teníamos un acopio de algodón en el paraje Pozo La Vieja y los productores hacían colas para descargar su producción; pero también muchos llevaban animales y cueros para vender y a la vez poder comprar la mercadería para su familia”.
Con respecto a los orígenes del nombre “Miraflores” Zulma recordó una anécdota popular de un hecho que se habría producido el 29 de septiembre de 1.929 cuando los antiguos pobladores Viterman Paz y Segundo Paz viajaban con una tropa de animales y decidieron acampar en lo que hoy se conoce como el paraje Pozo la Vieja, a 3 kilómetros hacia el norte de la actual planta urbana.
“Allí tenían agua y pastura para sus animales vacunos y decidieron pasar la noche, pero al amanecer con las primeros rayos del sol pudieron presenciar un paisaje único del campo cubierto de flores amarillas y rojas y en ese momento la expresión con asombro de ambos fue “mirá las flores”, y se supone que de ahí surgió la denominación del pueblo”, recordó Zulma.
*Por José María Cuellar, Periodista de Diario Norte (Publicado en suplemento Chaqueña)