LAS HISTÓRICAS POSTERGACIONES: EL VERDADERO DRAMA DEL IMPENETRABLE
Los que nacimos y crecimos en lo más profundo del Impenetrable, sabemos mejor que nadie que vivir aislados y olvidados no es una elección de vida, sino una obligación forzada por las históricas postergaciones. Entendemos, e inclusive lo asumimos así, porque pasaron generaciones enteras que nacieron, crecieron y desaparecieron en medio de la postergación, sin acceso a la educación, sin caminos ni atención sanitaria y prácticamente sin ningún tipo de asistencia social. Aunque suene raro y anticuado en un país donde todos reclaman todo, la realidad es que se trata de un sentimiento arraigado en miles de familias descendientes de criollos que habitamos esta parte del Chaco Impenetrable. Mujeres y hombres humildes, de perfil bajo, sacrificados. Inacabables luchadores frente a grandes adversidades que jamás saldrán a cortar una ruta o hacer un piquete para ser escuchados por los funcionarios. Probablemente por esta razón, hoy nos vemos tan postergados como hace décadas, porque la realidad es que todos se llenaron la boca hablando de grandes reparaciones que jamás llegaron.
Recuerdo los grandiosos actos de Rozas, las cabalgatas del Impenetrable donde hablaba de reivindicaciones históricas. Recuerdo aquel anuncio de Roy Nikisch a pocos días de finalizar su mandato realizando el lanzamiento de un plan de reparación integral del Impenetrable, una verdadera aberración sabiendo que era imposible su ejecución. ¡Y cómo olvidarnos! Cuando a pocos días del cierre de campaña del 2007 en un acto multitudinario en Castelli, los integrantes de la fórmula Capitanich – Bacileff Ivanoff realizaban una de sus promesas más extraordinarias de la campaña al anunciar la construcción de rutas pavimentadas en el Impenetrable para integrar a esta región con el resto de la provincia, e inclusive con la vecina provincia de Salta. Y para redoblar la apuesta, años después el entonces Vicegobernador a cargo de la Gobernación anunciaba la construcción de la Ruta Nº9 hasta Las Hacheras con la promesa de vender el avión del Estado para financiar parte de la obra. Nada de eso ocurrió. Todo fue parte del eterno cáncer de los políticos de prometer cosas y después mirar hacia el costado.
Pero sí, fuimos testigos del negocio que muchos hicieron con las tierras, con la construcción y con la explotación de montes vírgenes. Diariamente vemos salir a decenas de camiones con madera de esta región, muchos de ellos de manera clandestina.
Ahora nos hablan del Máster Plan del Impenetrable, un proyecto que destinará seis mil millones de pesos con la promesa de fomentar el turismo, generar fuentes de trabajo y promover las expresiones culturales de la zona. Sinceramente pienso que los funcionarios se fascinaron con la idea de que somos una atracción turística mundial y que ese será el recurso para cambiar los destinos de nuestro Impenetrable; una fantasía tan lejana concebida desde los escritorios.
Mientras tanto, miles de pobladores padecen el drama de la falta de oportunidades y la marginación, inmersos en parajes lejanos en medio del monte, expuestos a lo que depare el destino. Muchos aislados por lluvias u otras adversidades sociales producto del histórico abandono de quienes nos gobernaron.
*Por José María Cuellar (Publicado en edición impresa Diario Norte el 09/04/17)