Un segundo tarifazo en la electricidad pone en alerta a la industria
El costo de la energía saltaría un 55% para las empresas. Reclama la UIA subsidios para amortiguar el impacto. Inquietud por el traslado a precios y el freno a la producción.
La industria puso en marcha esta semana un dispositivo de contingencia en busca de frenar un nuevo tarifazo de la electricidad previsto para mayo. A esta altura, más que evitar un aumento en las boletas de luz que parece inevitable, se busca amortiguar su impacto. En concreto, a partir del 1° de mayo el precio estacional de la energía en el mercado mayorista trepará hasta los $ 1.200 por megawatt hora (MWh), un 55% más que en la actualidad, según indicaron a PERFIL fuentes privadas del sector eléctrico.
Allegados al Ministerio de Energía y Minería, que encabeza Juan José Aranguren, advirtieron que no tienen nada para informar y que por ahora no hay decisión tomada al respecto. El secretario de Industria, Martín Etchegoyen, aseguró a este diario: “Es un tema que se trata en el gabinete para ver qué hacemos, porque hay un impacto”.
Sería el segundo tarifazo eléctrico en el año para el sector industrial. El primero —que provocó un incremento de hasta un 600% en las tarifas del sector— se concretó en febrero cuando el Gobierno empezó a desguazar el enorme entramado de subsidios energéticos generado por el kirchnerismo. Las transferencias estatales al segmento eléctrico ascendieron el año pasado hasta los $125 mil millones.
Esta semana comenzaron a llegar a las industrias las facturas con los aumentos vigentes desde el 1° de febrero. En algunos rubros, como el de fundición de acero, el incremento atenta contra la rentabilidad del negocio. Por caso, la tarifa eléctrica de las 11 mayores acereras de Las Parejas, en Santa Fe, trepó en febrero hasta los $1,42 millones, un 216% más que noviembre, cuando desembolsaron 448.289 pesos. Las compañías aún no pagaron la boleta del EPE, la empresa de energía provincial.
En el caso de papelera Celulosa, el salto fue del 300%. Para las empresas electrointensivas, el costo de la energía puede implicar hasta un 15% de su estructura total de gastos. “Va a ser imposible absorber estos aumentos sin trasladarlo a precios, que en definitiva se traduce en más inflación”, admitió el presidente de la empresa siderúrgica del gran Rosario.
El por qué. Desde Cammesa, la empresa que administra el mercado eléctrico mayorista (MEM), explicaron que durante el invierno las usinas despachan con un mayor volumen de combustibles líquidos (fuel oil y gasoil), que son más caros que el gas que se redirecciona hacia los hogares. “A raíz de eso, proyectamos que durante el cuatrimestre mayo-agosto el importe estacional de la energía trepará hasta los $ 1.200”, detallaron. En febrero, la cartera que conduce Aranguren dispuso —a través de la resolución 6/2016— que los usuarios que consumen más de 300 kilowatt (Kw) deben pagar el precio pleno de la energía, que para el período enero-abril se estableció en 770 pesos.
La UIA está decidida a diferir una nueva suba de la electricidad. Solicitó audiencia por escrito al Ministerio de Energía y Minería para fundamentar su posición. “La actividad industrial está planchada desde hace un año, no hay margen para aumentar más los costos”, alertó uno de sus vicepresidentes. Alberto Calsiano, a cargo del área de Infraestructura de la central fabril, está articulando con distintos actores para frenar la medida. La misma agenda manejan en Agueera, la asociación de grandes usuarios de electricidad, que agrupa a empresas del calibre de Acindar, Aluar, Arcor, Loma Negra y Profertil, entre otros. “Queremos que el Ejecutivo subsidie el precio de la energía durante el invierno para que el incremento del costo de generación no se traslade a la industria”, explicitaron desde una compañía.
Allegados a Aranguren no descartan que eso suceda. Pero las últimas señales no permiten ser muy optimistas. En una reunión de directorio realizada el jueves en Cammesa, el secretario de Energía Eléctrica, Alejandro Sruoga, puso la cara frente a generadores, transportistas y distribuidores y admitió: “Por la precaria situación fiscal, la instrucción del ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, es que no hay más fondos para el sector eléctrico”, aseguró según reprodujeron dos empresarios que participaron del encuentro
Esperando junio
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, ratificó ayer que el Gobierno trabaja para que en el “segundo semestre” la Argentina tenga una “inflación cualitativamente más baja”, y tras afirmar que “el responsable primario” en este tema “es el Estado”, subrayó que “a partir de allí es cuando empieza la especulación del mundo empresarial”.
“Estamos haciendo un camino de reducción, de bajar la inflación gradualmente para evitar que se enfríe la economía y a partir de ahí no se genere empleo”, explicó Peña y, al apuntar contra la gestión kirchnerista, puntualizó que “ese déficit monumental que nos han dejado hemos planteado resolverlo en cuatro años para que no sea un shock”. En Hacienda, en tanto, también prevén que la economía tenga una caída en el primer trimestre, pero que luego desde junio empiece a crecer, según una alta fuente de la cartera que conduce Alfonso Prat-Gay.
El funcionario admitió que ha habido un impacto de las últimas medidas en el consumo.