Crónicas de Rewilding: El Yaguareté y el Río
*Por Gerardo Cerón, Coordinador de Relaciones Técnicas en Rewilding Argentina
En este parque solo hay dos yaguaretés silvestres, y ambos son machos. Uno de ellos, cuyas primeras huellas en las costas del río Bermejo fueron halladas en septiembre de 2022, fue nombrado por los niños de las escuelas locales como Tewuk, que significa “río” en la lengua wichí.
Tiempo después, el equipo de Rewilding Argentina logró capturarlo para colocarle un collar con conexión satelital y así poder seguir sus pasos. Esto permite conocer su comportamiento y ayudar a protegerlo de amenazas, como la caza furtiva.
Registros de Tewuk en cámaras trampa.
Desde entonces, Tewuk, haciendo honor a su nombre, recorre ambas márgenes del río Bermejo visitando bosques, pastizales y bañados en un territorio que abarca más de 24.000 hectáreas, una superficie mayor a la Ciudad de Buenos Aires.
En 1899, los hermanos Leach, dos comerciantes de Salta, recorrieron en una embarcación el río Bermejo y dejaron registros por escrito de su expedición. En el sector donde hoy en día se encuentra el Parque Nacional El Impenetrable escribieron: “Hemos visto no menos de veintisiete tigres en tres días”, y denotaron así la abundancia de la especie en aquellos tiempos.
El área que recorrió Tewuk comprende 24.000 hectáreas, una superficie mayor a la de la Ciudad de Buenos Aires.
La cacería por su piel y el conflicto ganadero han llevado al yaguareté a la casi extinción en el Chaco Seco Argentino, donde se calcula que quedan menos de veinte individuos y donde hace más de dieciocho años no se registra la presencia de hembras. Esta falta de registros de hembras sugiere que Qaramta (el otro macho presente en el parque) y Tewuk llegaron a esta zona dispersando largas distancias, probablemente habiendo recorrido cientos de kilómetros.
Para la recuperación del máximo depredador del Chaco Seco fue necesario comenzar un ambicioso proyecto, que implicó traer hembras cautivas para cruzarlas con los yaguaretés silvestres y luego liberar a sus descendientes.
También era importante criarlos en grandes recintos, alejados de las personas y alimentados con presas vivas. De esta forma, desarrollaron sus habilidades de caza y un comportamiento esquivo ante las personas, claves para su vida en libertad.
El proyecto de recuperación del yaguareté, depredador tope del Parque Nacional El Impenetrable, ya produjo el nacimiento de cuatro cachorros en el Centro de Reintroducción de la especie. Foto: Gerardo Cerón
En la actualidad, el proyecto cuenta con dos hembras adultas listas para ser liberadas y comenzar, junto con Qaramta y Tewuk, el proceso de repoblar El Impenetrable. Con sus descendientes y nuevos ejemplares que se liberarán progresivamente, estos yaguaretés irán generando un núcleo poblacional autosustentable que más adelante podrá conectarse con otras áreas protegidas.
Hoy, el sueño de recorrer el Bermejo y observar a numerosos yaguaretés como Tewuk desde una embarcación ya no parece tan lejano, tal como lo hacían los hermanos Leach. Esta vez, no con armas, sino con cámaras fotográficas, en el marco de un proyecto que promueve el desarrollo local a partir del turismo de naturaleza basado en la observación de fauna.