EMOTIVO HOMENAJE A «DON SOSITA» EN EL DÍA DEL AGENTE SANITARIO, A TRES AÑOS DE SU FALLECIMIENTO
Fue este miércoles 19 de septiembre en el marco del Día del Agente Sanitario y dentro del III Encuentro Provincial de Agentes Sanitarios que se realizó en la Asociación de Alemanes del Volga de Castelli.
En la ocasión, ante la presencia de cientos de trabajadores de la salud de distintos puntos de la región, se llevó a cabo un sentido homenaje a Domingo Pación Sosa, conocido históricamente en la zona como «Don Sosita», quien a lo largo de varias décadas llevó atención sanitaria a los rincones más alejados del Impenetrable. En agosto del 2015, falleció a los 84 años.
En este sentido, el Intendente Oscar Nievas recordó su trabajo y valoró la vocación y el compromiso que supo cultivar a lo largo de los años, «siendo un verdadero ejemplo de amor por su trabajo», expresó.
En la oportunidad hicieron entrega de un cuadro recordatorio a su hijo Ariel Sosa quien se mostró feliz y emocionado a la vez que repitió las palabras que le supo dejar su padre instando a defender a los Agentes Sanitarios y rescatando que el esquema de vacunación argentino es el mejor del mundo llamando a luchar para no perderlo bajo ningún concepto.
«Don Sosita» fue un verdadero emblema de la Salud Pública de la zona, recorriendo durante décadas a caballo los más alejados parajes rurales del Impenetrable Chaqueño llevando asistencia sanitaria a la población.
DÉCADAS AL SERVICIO DE LA SALUD
En agosto de 1947, contando con 17 años de edad, Domingo comienza a trabajar en Salud Pública como cadete de una farmacia. Por aquel entonces, los farmacéuticos y sus ayudantes debían preparar los medicamentos porque los médicos sólo recetaban las drogas. Cuatro años más tarde, Domingo es nombrado enfermero en una sala de primeros auxilios que pertenecía a la municipalidad de la ciudad de Sáenz Peña, así inicia la relación con la profesión a la que dedicaría su vida.
El 11 de septiembre de 1955 llega a Fortín Lavalle nombrado como enfermero. Su trabajo estaba destinado a la atención en el único puesto sanitario que llevaba el nombre de “Coronel Perón”, el cual había sido creado pero no contaba con personal hasta su llegada.
Durante su estadía en esa zona, le tocó vivir el primer golpe de estado contra el gobierno del General Perón, por este motivo, se vio obligado a regresar a Sáenz Peña para brindar sus servicios como enfermero temiendo una guerra civil. Pocos días después, el 23 de septiembre, regresa a Lavalle. Fue este un período muy difícil para Domingo, ya que no había médicos ni especialistas y él, como personal único en el puesto sanitario, debía hacerse cargo de solucionar como pudiera los diferentes casos que se le presentaban en los enfermos. Durante siete años permaneció en ese lugar, hasta que, en 1962 llega el primer médico a la zona, este vino acompañado por el jefe de personal y la administradora del centro de salud de Sáenz Peña, quienes le piden a Don Sosita que regresara con ellos, pero él decide partir hacia el Espinillo donde su servicio era sumamente necesario, conocía ese lugar porque hasta allí llegaba visitando a los enfermos. El Espinillo sólo era un paraje aislado ya que en aquel entonces no había caminos ni puentes para llegar hasta ese lugar, y la única manera de llegar era a caballo cruzando el río y solamente había comunicaciones a través de radioaficionados.
Domingo llegó con muchas ganas de trabajar ayudando a esa pequeña población, sin saber que allí lo esperaba el amor que cambiaría su vida. Ese mismo año conoce en reuniones familiares a Celia Carolina Kass, poco tiempo después comienzan una relación y el 25 de octubre de 1965 se casan en Juan José Castelli. Con ella forma su familia y tienen tres hijos: Patricia Carolina, Ariel Eduardo y Diego Ulises.
Durante veintiséis años don Sosita y doña Celia, quien fue la primera radioaficionada de “El Espinillo”, trabajaron juntos en el puesto sanitario.
En 1982 llega el primer médico a la zona y seis años después “Don Sosita” se traslada a Castelli junto a su esposa e hijos. Desde su llegada, comienza a trabajar en la Zona Sanitaria VI como supervisor de los agentes sanitarios, era su responsabilidad que los agentes de toda la zona se capacitaran como enfermeros y lograran así ser reconocidos como tales. Don sosita dedicó veintiún años a este servicio, y su labor lo llevó a recibir innumerables reconocimientos entre los que se destacan de la Fundación CORDIS de la ciudad de Resistencia, que le entrega el segundo corazón de oro en una celebración colmada de emociones, por su esmerada labor como enfermero en los rincones más olvidados del Chaco. Este acontecimiento fue publicado en NORTE el viernes 27 de octubre del año 2000. En noviembre de ese mismo año, el Ministerio de Salud Pública, le otorga una mención especial al cumplir cincuenta años de servicio en Salud Pública. El14 de noviembre de 2001, la Cámara de Diputados de la Provincia del Chaco, le rinde un homenaje de reconocimiento en oportunidad de cumplir cincuenta años ininterrumpidos de labor en beneficio de la salud pública. Además, en diciembre de 2009, la Asociación de Policías Jubilados, Retirados y Pensionados del departamento General Güemes, le otorga un certificado de reconocimiento a la trayectoria y en el año 2011, el Hospital Gral. Güemes, pone en funcionamiento el proyecto Equipo de Atención Primaria de la Salud “Don Sosita”, proyecto que se reestableció hace pocos meses por iniciativa del Director de Zona Sanitaria.
En el año 2003, le otorgan el beneficio de la jubilación, contra su voluntad, ya que en ese momento consideraba que “todavía podía seguir trabajando un tiempo más”.