Oscar Ocampo: la historia de un excombatiente de Castelli que defendió la Patria en Malvinas
*Por José María Cuellar
Oscar tenía 19 años y estaba a punto de ingresar a la universidad para iniciar sus estudios superiores cuando recibió la noticia de que tenía que ir a Malvinas a pelear por nuestra soberanía.
Ya había cumplido con su obligación del servicio militar en Paso de los Libres, Corrientes; en el año 1981, pero intuía que en cualquier momento lo iban a llamar para ser parte de esa gesta histórica. Y así fue cuando en abril de 1.982 recibió el llamado para reincorporarse al ejército argentino. «Recuerdo que ese día yo estaba haciendo mis trámites de ingreso a la facultad y de repente lo veo por la ventana a mi padre que iba a buscarme, y eso me llamó la atención; pero inmediatamente me di cuenta para qué me buscaba», recordó Oscar.
Contó que en ese momento fue invadido por una gran emoción. «Tenía un amigo, Saúl, y le dije me iba a retirar y que en todo caso hablábamos después, y que si no hablábamos seguramente en algún momento nos vamos a volver encontrar. Cuando mi padre llega me dice ´¿sabés para qué te vengo a buscar?, y le dije que sí, que sabía para qué me buscaba», relató Oscar en una entrevista radial el pasado miércoles en el programa «Los Dinosaurios» que conducen Roberto Rivarola y Carlos Ramos en FM Favaloro.
Así comenzó la emocionante historia de Oscar Ocampo, un hijo de Castelli que apenas terminó la escuela secundaria se trasladó a la ciudad de Corrientes en busca de nuevos horizontes. Hoy tiene 61 años, y asegura que tiene una obligación moral y un compromiso con sus camaradas caídos en la guerra de contar esta historia de amor por la Patria, de lucha y sacrificio, pero fundamentalmente de rescatar el mensaje de unidad y solidaridd entre los argentinos.
«Cuando mi padre me pregunta ¿qué hacemos?, y le dije mirá, hagamos lo más sencillo, llevame a la terminal que quiero saber el horario del primer coche que me lleve a Paso de los Libres donde hice la colimba. Y fuimos, y el primer horario que tenía era de las 12 de la noche; pero yo tenía un grave problema que me preocupaba, que era mi madre, cómo encaraba esta situación. En ese momento no me quería despedir de nadie, ni llamar ni avisarle a nadie; solamente subir a un colectivo y que me lleve hasta Paso de los Libres», relató Oscar.
Recordó que en ese momento no tenía dimensión de lo que significaba ir a una guerra; y que hasta cierto punto para él era una nueva aventura personal. «Probablemente por la edad no tomaba dimensión de lo que eso significaba; y si bien es cierto que a esa edad no nos dábamos cuenta porque uno quiere llevarse el mundo por delante; también esa filosofía de esa edad nos ayudó a afrontar ese mal momento y lo tomé como una aventura más, porque uno quiere experimentar cosas nuevas y porque sentía que no nos iba a pasar nada», recordó.
«Recuerdo que me encerré en el baño y escuchaba llorar a mi madre»
Así fueron esos primeros momentos y esa larga espera hasta la medianoche para tomar el micro que lo llevaba al primer destino, que era el regimiento de Paso de los Libres. «Recuerdo que yo me encerré en el baño y escuchaba llorar a mi madre; me preguntó qué me iba a preparar para llevar y le dije que no quería nada; solamente un pantalón viejo, una remera, una campera de jeans y el documento, ni siquiera quise comer porque solamente quería desaparecer. Y así fue hasta que a las 12 de la noche llegó el momento, con un abrazo a mi padre le pedí que cuidara a mamá, y empezaba esta hermosa y gran aventura«, expresó.
SU LLEGADA AL TERRITORIO
Oscar contó que primero fue un cambio climático muy difícil al que les costó adaptarse. «Nosotros salimos con 40 grados de Corrientes, llegamos al Sur y había temperatura bajo cero; y el 26 de abril aterrizamos en Puerto Argentino donde hacía 10 grados bajo cero, llovizna con agua nieve y un viento que no te deja vivir; realmente no estábamos preparado para ese primer golpe, que fue lo que primero se sufre».
«En ese momento seguía siendo una aventura para nosotros, pero esa aventura empieza a cambiar de color y de clima cuando comienzan los primeros bombardeos, y ahí todo cambió»
Recordó que el día anterior al 1° de mayo fue el primer intento inglés de querer desembarcar en Puerto Argentino, pero que el día anterior a ellos los habían traslado en 10 helicópteros a Puerto Yapeyú. «En ese momento seguía siendo una aventura para nosotros, pero esa aventura empieza a cambiar de color y de clima cuando comienzan los primeros bombardeos, y ahí todo cambió», aseguró.
Si bien no quiso entrar en detalles de lo que se vivió durante la guerra, recordó «las diferencias abismales en cuanto a recursos logísticos y en cantidad de soldados que había con el ejército inglés», pero recalcó que «a pesar de todas las falencias y faltantes, se hizo lo que se hizo en la guerra».
Aseguró que «la relación efectiva de combate era de 6 a 1; los ingleses tenían 60 mil hombres y nosotros éramos 12 mil y sumando los aviones que operaban desde el continente llegábamos a 16 mil; por eso todos los combates que se han dado eran desproporcionados en cuanto a recursos. Pero a pesar de todo esto, hasta antes del hundimiento del General Belgrano, Argentina estaba ganando, los ingleses la estaban pasando muy mal y estuvieron a punto de abandonar la guerra; y si hubiera explotado la bomba del Invencible ellos abandonaban; y por eso recurrieron al hundimiento del General Belgrano para provocar un impacto que levante a su propia tropa, porque ellos sabían que eso estaba mal».
LA UNIÓN ANTE LA ADVERSIDAD
Recordó que había una comunión muy linda que los hacía más fuerte ante las adversidades. «Todos comíamos lo mismo, todos éramos iguales y nos dábamos fuerzas los unos a los otros, y fundamentalmente todos teníamos un enemigo en común», expresó.
Para Oscar, ese aspecto fue clave durante la guerra, y es un mensaje claro que Malvinas le dejó a la sociedad argentina: la importancia de unirnos ante la adversidad, de ayudarnos como compatriotas y de mirar hacia un mismo horizonte. «Es muy importante que la gente joven y la sociedad argentina puedan entender lo que fue esta gesta, porque ahí no había diferencia social ni racial, ni de fe; porque en definitiva lo que más nos unió fue la fe en Dios; es increíble cómo te despierta la parte emocional y espiritual del ser humano», expresó.
EL MENSAJE DE MALVINAS
«La gesta de Malvinas quiso dejarnos otro mensaje, y lamentablemente los argentinos no aprendimos , el hecho histórico ocurrió y lo mejor que podemos hacer es aprender algo; y el país debió haber aprendido lo que Malvinas nos quiso dejar», expresó Oscar. Recalcó que «no nos olvidemos que en aquel momento Malvinas nos unificó por primera vez, nadie dijo que no estaba de acuerdo y todos nos agarramos, nos abrazamos y fuimos a enfrentar al enemigo».
También puntualizó que «en estas fechas muy particulares para nosotros, siempre vamos a reivindicar a quienes no volvieron, y si hoy estoy hablando es por un compromiso con mis camaradas que no pueden hablar, yo soy la voz de mis camaradas que hoy no pueden contar la historia».
Oscar recordó que «los soldados que murieron sintieron y cumplieron la expresión de nuestro himno nacional de ´o juremos con gloria morir´, y cuando se está en una guerra, un soldado tiene dos opciones: salir a pelear y enfrentar al enemigo, o esconderse; y ellos eligieron dar la vida por nosotros».
Sostuvo que «en realidad lo que ellos quisieron dejar es un ejemplo; de amor a tu tierra, a tu bandera y lograron que tu principal enemigo termine respetando al soldado argentino, porque ellos se fueron admirados de nuestros camaradas; no podían creer lo que vieron hacer a un joven de 19 años en la guerra, el esfuerzo y la entrega realizada, sin cobrar un peso, y eso es admirado y respetado por nuestros contrincantes».
Finalmente reflexionó que «los que fuimos a la guerra lo hicimos por amor a la Patria, y eso significa un montón de cosas como mensaje: amor tu familia, amor a la escuela, a tu maestro; respeto a los mayores; por eso yo prefiero hablar de sentimientos por sobre las maniobras militares en la guerra; porque esta es la enseñanza que debemos aprender de esos soldados que pelearon por nuestras islas, y los que más debieron aprender fueron nuestras clases política y dirigencia», concluyó.