Personalidad: Armando Candela festeja sus 84 años
Armando Candela es un docente rural, productor ganadero, poeta y hacedor cultural que caminó miles de kilómetros de El Impenetrable chaqueño durante décadas. Aunque nació en la localidad santafesina de San Carlos, siente que Castelli es su verdadero lugar en el mundo. Nació el 10 de marzo de 1936, es decir tiene la misma edad que la ciudad de Castelli.
En una entrevista con NORTE realizada en abril del 2017, Candela contó que mantuvo varias relaciones sentimentales y con ellas tuvo 26 hijos. Hoy cuenta con orgullo cómo vive sus días, siempre rodeado por algunos de sus afectos.
Su padre, Antonio, era gerente de la antigua Casa Lozano, un comercio de ramos generales que abastecía a los pobladores de una amplia zona. La primera casa familiar estaba en avenida San Martín y Padre Carlos Lauth. En esa esquina funcionaba un restaurante, que antiguamente se llamaba fonda.
Estudios y deportes
El pequeño Armando hizo la primaria en la antigua escuela Nº 255 y la secundaria en el Normal “Mariano Acosta” de Buenos Aires.
Ya en la adolescencia se destacaba en atletismo y en los años 1952 y 1953 alcanzó el cuarto puesto en el campeonato argentino de la disciplina. Se especializó en jabalina, donde por su habilidad lo apodaban El Indio. En 1954, cunado se recibió de maestro, volvió a Castelli con el título para ejercer la docencia y comenzar una nueva etapa.
Hombre polifacético
Durante más de seis décadas recorrió miles de kilómetros por El Impenetrable. Primero lo hizo como maestro rural y después con emprendimientos particulares, como la construcción de rutas, picadas y puentes con una empresa vial familiar.
Se define como un hacedor cultural. Es promotor del histórico festival del Guardamonte y entre sus mayores méritos en esa función reunió a reconocidos artistas folclóricos, con quienes mantiene hasta hoy vínculos de amistad muy profundos.
Para honrar su sacrificada profesión de maestro rural, Argentino Luna compuso la letra de la canción Milonga para Armando, interpretada por Los Cuatro de Córdoba.
Vida de sacrificios
El paraje La Argentina fue su primer destino como maestro. En la escuela rancho (436) atendía alumnos desde el nivel inferior hasta el nivel superior. También trabajó en la escuela 210 de Villa Fortuny, un paraje con mucha historia para los pobladores, porque importante colonia agrícola iba a fundarse Castelli.
La carrera en la docencia incluye el ascenso como director titular, hasta su jubilación. Al repasar su vida laboral comenta que luego de haber contribuido durante tantos años a la educación percibe un sueldo que dista mucho de los sacrificios que vivió. “Hoy cobro un salario miserable”, desliza.
Alma emprendedora
En simultáneo con el trabajo docente rural, construyó un emprendimiento ganadero en un primer establecimiento del paraje La Argentina. “Ahí me desempeñé como corredor de hacienda baguala y domador de potros”, cuenta sobre otra de las grandes pasiones que lleva en la sangre. Años más tarde en la estancia La Libertad, las yerras y corridas de animales reunían una vez al año a pobladores y destacados músicos del folclore nacional.
Como poeta escribió varios libros aunque no pudo publicarlos por “falta de financiamiento”, aunque se ilusiona con los fondos prometidos por Lotería Chaqueña para enviarlos a imprimir. Su primera obra, Detrás de las rejas, la escribió en dos años de cautiverio. Le siguieron A cielo abierto y Guachita y la novela Venta de sangre. Durante dos años participó del Encuentro Nacional de Poetas, donde recibió elogios de destacados escritores del país.
Además escribió nueve canciones registradas en Sadaic, interpretadas por Panchito Acosta y por Los Cantores del Alba. Hoy escribe en su tiempo libre “como un cable a tierra”, y como una de sus grandes pasiones en la vida.
El Festival del Guardamonte
Años de escenarios y festivales contribuyeron para que Armando entable amistad con destacados artistas del ámbito folclórico nacional. Como en buena parte de su vida hoy sigue cosechando amigos con quienes compartir charlas, asados y guitarreadas.
Con Los Cantores del Alba recorrió el país, es compadre de Javier Pantaleón y amigo personal de Argentino Luna, a quien recuerda como “un hermano del alma”. Incluso, el Chango Rodríguez le compuso una canción: La Armando Candela.
Entre tantas andanzas con grandes artistas, en 1972 nació el tradicional Festival del Guardamonte. “Era la fiesta más importante de la región porque reuníamos a los más destacados artistas del folclore nacional”, dice. Por allí pasaron, entre otros, Horacio Guarany, Los sin Nombre, Soledad Pastorutti, Aldo Monges, Los Cuatro de Córdoba, Los Cantores del Alba, Los Tucu Tucu, Los Chalchaleros, Los Fronterizos y El Chaqueño Palavecino.
Muchos de ellos llegaban con antelación al festival para compartir guitarreadas y peñas en la estancia La Libertad. Históricamente este festival se realizó en un predio propio, en inmediaciones al parque industrial, aunque en algunas ocasiones se debió realizar en otros lugares por diversas situaciones. En total fueron 15 ediciones y la última se concretó en 2012. Con nostalgia, Armando recuerda los gratos momentos que vivió en esos años del festival y se ilusiona con un nuevo proyecto para traer la peña del guardamonte a un lugar céntrico para “darle continuidad a este espíritu tradicionalista que tanto defendimos”-sostiene-“Quiero dejar algo para Castelli antes de morir”, bromea aunque reconoce que “cada vez es más difícil contratar artistas de renombre porque hay una política estatal de traerlos gratis con la que no se puede competir”.
Por los caminos de El Impenetrable
Las máquinas de la empresa vial Candela Hermanos abrieron los caminos más importantes de El Impenetrable en épocas de picadas intransitables. “Hicimos cientos de kilómetros por lugares inhóspitos”, recuerda. Entre las obras más importantes de la empresa está la conexión entre El Sauzal y Wichí-El Pintado y una ruta que adoptó el nombre La Candela, en la zona de Fuerte Esperanza.
La construcción del puente interprovincial Chaco-Formosa, en Puerto Lavalle, fue la obra más trascendente. “Lo hicimos de 1972 a 1975, tiene una extensión total de 280 metros. En 1976, antes de inaugurarla lo probamos con el paso de camiones que cargaban unos 50.000 kilos promedio”, recordó. El emprendimiento familiar contó con una flota de camiones para el traslado de ganadería y fue una de los primeros de ese rubro en la zona.
*Publicada en suplemento Chaqueña el 16/04/2017
Su amigo de la foto es Horacio Guaraní ! Creo ?
Que lindo recuerdo para el y para mi, tu primer sobrina.!! Te quiero tio.!!!! Graciela.