Preocupación por la inminente instalación de un destacamento militar norteamericano en Paraguay
El legislador chaqueño Hugo Sager, una de las voces que se alzaron en 2022 contra el desembarco de militares de Estados Unidos en tierras paraguayas, advirtió que el memorándum de entendimiento firmado por el canciller Julio Arriola y el embajador norteamericano Marc Ostfield es “un paso más en un proceso que pone en riesgo la soberanía de la región”.
Días atrás trascendió que la firma de la carta de intención entre los funcionarios de ambos países, para elaborar un plan maestro que optimice la navegabilidad del río Paraguay, cuyos estudios se llevarían a cabo con el apoyo técnico del cuerpo de ingenieros de Estados Unidos, estaba a un paso de adquirir estatus parlamentario.
De acuerdo a consultas realizadas por el portal La Política Online, si bien la autorización del Congreso paraguayo podría frenarse en Diputados, si el proyecto ingresara a través del Senado las cosas serían distintas, dado que el presidente Mario Abdo Benítez alcanzaría los consensos a pesar de no contar con quórum propio. El “ardid” planteado para no tener que encarar una enmienda constitucional es llamarlo “destacamento” en lugar de “base militar”, e insistir en su función estrictamente técnica.
Preocupación y repudio
En 2022, Hugo Sager impulsó en la Legislatura chaqueña una resolución de preocupación y repudio por la intentona por parte de funcionarios y diplomáticos paraguayos de avanzar en “relaciones carnales” con EE.UU. que involucraran a la Hidrovía Paraná-Paraguay, ya que además de la intromisión militar, el proyecto que se ventiló contemplaba acciones sobre aguas territoriales argentinas. La postura chaqueña luego fue unánimemente acompañada por las diez provincias del Norte Grande, a través de una resolución de su Parlamento.
“No es la primera vez que esto ocurre. Las objeciones del exembajador argentino Eduardo Zuain lograron que el expresidente Horacio Cartés frenara el primer intento de incorporar ingenieros militares norteamericanos. Luego, cuando la administración del presidente Abdo Benítez volvió a la carga, desde el Parlamento del Norte Grande nos opusimos en bloque. El problema es que ahora, en pleno año electoral, están dispuestos a ir a fondo”, indicó Sager.
Según el chaqueño, “el problema paraguayo tiene un trasfondo geopolítico que será de enorme impacto en nuestra región en las próximas décadas: lo que hay es una disputa entre élites muy poderosas vinculadas a la comercialización, producción y refinación de combustibles como etanol e hidrógeno verde, el cemento y una enorme matriz económica de la que tenemos pocas noticias en Argentina. Estados Unidos es uno de los principales inversores, y la Hidrovía es la ruta de acceso”.
Finalmente, marcó que “no es cierto que Estados Unidos sólo ofrezca asistencia técnica”. “La intención de instalar bases militares, especialmente en la Triple Frontera, no es una fantasía paranoide sino un proyecto bien delineado. A eso hay que sumar que Argentina y Bolivia cuentan con enormes recursos que serán cada vez más valiosos a medida que se agoten los combustibles fósiles y haya que avanzar en cambios de paradigmas energéticos”.