Sander: “Siempre se supo que el aglomeramiento de personas iba a generar más contagios”
El Intendente Pio Sander se refirió días pasados a la escalada de casos positivos de coronavirus en Castelli, y pidió extremar las medidas de distanciamiento social y precaución en este marco de festividades y acontecimientos sociales.
La realidad indica que hasta el día 30 de diciembre, Castelli ascendió a 130 casos activos y más de 550 personas con aislamiento social. Son los resultados de las muestras que se venían acumulando del fin de semana largo de navidad, que marcan una fuerte escalada de casos en pocas horas. “Tiene que ver con los eventos sociales que se vienen realizando por fin de año, desde un comienzo siempre se dijo que el aglomeramiento de personas hace que se aumenten los números de casos de contagios, y no lo decíamos porque se nos ocurría, sino que se demuestra”, sostuvo Sander al ser consultado sobre la situación. También destacó que a lo largo de la pandemia, Castelli pudo mantener muchos casos de asilamientos y consideró que eso ayudó a disminuir la propagación del virus.
Con respecto a la llegada del primer lote de vacunas contra el COVID-19, el intendente Pío Sander lo destacó como un hecho histórico “que nos genera esperanza que pronto vamos a salir de esta situación”. También resaltó el trabajo que viene realizando el personal de salud a lo largo de la emergencia; como así también destacó las acciones conjuntas encaradas con diversos organismos e instituciones locales que conforman el Comité de Emergencia Sanitaria y Social de Castelli. “Estamos orgullosos de este momento, pero tenemos que seguir cuidándonos porque el virus está entre nosotros y la lucha continúa”, sostuvo Sander.
EVENTOS INCONTROLABLES
Todo comenzó con las habilitaciones de las fiestas de recepciones luego de una fuerte presión impulsada por organizadores de eventos y comisiones de padres. Si bien en esos casos se mantuvo un protocolo de bioseguridad, la habilitación oficial fue el detonante de una ola de fiestas, eventos deportivos masivos, bailantas y boliches bailables multitudinarios al aire libre. No hubo protocolo válido para semejante descontrol. Las autoridades locales asumen que no había manera de evitar las concentraciones sociales en un contexto de festividad, luego de un año interminable de aislamiento y distanciamiento, y reconocen que no tendría sentido prohibirlos porque se incrementarían las fiestas clandestinas, como venía ocurriendo desde hacía meses.
