Un año azotado por una histórica sequía
La sequía hace estragos en la región con más de 8 meses sin llover, y los pobladores hablan de un desastre casi sin precedentes en la producción ganadera. En algunas zonas se habla de pérdidas que ya estarían alcanzando el 80 por ciento y la desesperación por agua en cada día mayor.
Un informe de la Secretaría de la Producción de Castelli, a cargo de la Ingeniera Jéssica Klóster, refleja que “la situación actual es dramática por la falta de agua en todo el Departamento Güemes debido a la falta de lluvias desde hace varios meses y la baja del caudal del Río Bermejo, lo cual ha provocado prácticamente la desaparición de reservorios naturales, como lagunas y cañadas”.
En este contexto, el Municipio, en conjunto con organismos provinciales, llevan adelante intensos operativos de acarreo de agua para las poblaciones rurales, poniendo a disposición una flota de nueve camiones, propios y contratados para cubrir una demanda de aproximadamente 150 pedidos por semana, alcanzando un total de 1.700 pedidos de agua para consumo humano y animal hasta la fecha.
Proyectos para el futuro
Desde el área de producción, consideran que esta situación de déficits hídrico que se ha vuelto crónico por su recurrencia en el tiempo, puede y debe ser solucionado a través de planificación del aprovechamiento de los recursos hídricos disponibles en la zona. Aseguran que la posibilidad de captar la masa hídrica de las precipitaciones y almacenarlas permitiría utilizar el agua en los momentos en que se requiera y no se produzcan lluvias, lo cual permitiría reducir al mínimo los lapsos de tiempo con déficits hídrico. Destacan que empresas privadas y datos zonales del INTA local, calculan la posibilidad de captar y almacenar hasta un 60% del total de precipitaciones, lo que indica que con precipitaciones anuales de 900 mm promedio, se puede almacenar hasta 540 mm de las lluvias caídas anualmente.
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“Por este motivo la actual gestión del Ejecutivo municipal dedica mayor esfuerzo en construir represas de uso comunitario e individual en la zona rural. Hasta el momento se han construido 69 represas de 30 metros de largo x 10 metros de ancho x 1,50 metros de profundidad, lo cual permite almacenar 450.000 litros de agua”, aseguraron.
No obstante, plantean que “estos trabajos resultan insuficientes para dar una respuesta positiva a la amplia zona rural del municipio, por ello hemos solicitado ampliar el parque de maquinarias para poder construir mayor cantidad de reservorios y también estamos solicitando a diferentes programas provinciales y nacionales, fondos para construir 2 reservorios de agua (represas y aljibes) y realizar perforaciones o pozos en aquellos lugares que dispongan de napas freáticas a poca profundidad”.
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Uno de los proyectos es el Plan de Acceso al Agua que se localiza en las delegaciones municipales de El Asustado y Zaparinqui, con 49 beneficiarios directos, de los cuales 6 adoptan por las tecnologías de pozos someros, y 43 por cisternas de placas. Y otro proyecto en la comunidad originaria del Toroltay, que optan por dos pozos someros con tanque y red de distribución, que beneficiará a más de 60 personas.
Otro proyecto elaborado y presentado a distintos organismos nacionales (como la Secretaría de Agricultura Familiar de la Nación) para construir 20 represas comunitarias en los parajes Pozo del Toro, San Vicente, Puerta Negra, San Gregorio, El Telasco, Pampa Argentina, El Ñandú, El Asustado, Campo Alto, La Gerónima, Campo Florido, La Esperanza, La Unión, Zaparinqui, El Silencio, El Progreso, Las Delicias, La Florida, Juana Azurduy km 38.
Mientras tanto, los pobladores recurren a todo tipo de alternativas para intentar salvar su producción, esperando que las lluvias lleguen en este mes de octubre, tal como lo indican la mayoría de los pronósticos.